Hay días en que despertar cuesta. No por el sueño, sino porque abrir los ojos implica recordar todo lo que duele, todo lo que está pendiente, todo lo que se ha roto por dentro.

A veces no es tristeza, no es ansiedad, no es depresión diagnosticada, es simplemente un agotamiento que se mete hasta los huesos. Y no lo notas en una sola lágrima, sino en ese “no puedo” que gritas en silencio mientras sigues con tu rutina. La angustia aparece como un eco constante en el pecho. Estás ahí, pero no del todo. Funcional, pero desconectado.

¿Te ha pasado?

Lo importante es entender algo: Esto también es parte de vivir. Y por muy oscuro que parezca, hay salidas. No inmediatas, no perfectas, pero reales.

¿Qué hacer cuando te pesa el alma?

A veces no necesitas una solución rápida, sino empezar a moverte, poquito a poquito, hacia ti.

Aquí te dejamos 5 caminos diferentes para reencontrarte cuando sientas que la vida te pesa más de lo que puedes cargar:

 

1. No luches contra el dolor: Escúchalo.

Hemos aprendido a evitar el malestar como si fuera enemigo. Pero el dolor también es información. Te está diciendo algo: Que algo dentro de ti necesita atención, reparación o descanso. No te obligues a sentirte bien. Abraza el malestar como un mensajero, no como un castigo.

Haz espacio para sentir. Puedes ponerte una canción que te conecte con eso que llevas guardado. Puedes escribirte una carta desde tu yo cansado. Puedes, simplemente, cerrar los ojos y preguntarte: ¿Qué parte de mí necesita un abrazo hoy?

 

2. Redefine tu idea de productividad.

El mundo nos enseñó que rendir es sinónimo de valor. Pero no eres menos por no lograr todo en un día. No eres menos por no poder con todo.

A veces tu mayor logro será levantarte, bañarte y comer algo. O contestar un sólo correo. Está bien.

Haz una lista distinta: Cosas pequeñas que hiciste por ti hoy, aunque nadie más las note. Eso también cuenta. Eso también es avanzar.

3. Crea microrituales que te regresen a ti.

No necesitas una transformación radical para sentirte mejor. A veces, lo que necesitas es repetir un pequeño gesto todos los días hasta que se convierta en un ancla.

Algunos ejemplos de microrituales:

  • Tomarte 5 minutos para respirar profundo antes de iniciar el día.
  • Encender una vela cada noche y decirte algo bueno.
  • Caminar descalzo unos minutos y conectar con el suelo.
  • Prepararte una bebida caliente sin distracciones, solo tú y ese momento.

Pequeñas pausas, grandes efectos. El autocuidado no siempre es caro ni complicado. A veces, es simplemente volver a ti por un momento cada día.

 

4. Acércate a lo que te da sentido.

Cuando la vida pesa, es fácil olvidarnos de lo que nos hace vibrar. La angustia te desconecta de lo que te nutre, te gusta, te inspira. Recuérdalo.

Haz una lista de cosas que alguna vez te emocionaron: escribir, bailar, pintar, leer, escuchar jazz, cocinar, ver películas antiguas, caminar bajo la lluvia. Elige una, sólo una. Y hazla, aunque sea mal, aunque te cueste, aunque no tengas ganas.

No es por productividad, es por amor. Amor a eso que te recuerda que sigues vivo.

 

5. Haz comunidad, aunque sea chiquita.

El cansancio emocional se agrava cuando lo llevamos solos. Y aunque a veces no tengas energía para explicar cómo te sientes, basta con tener a alguien que te acompañe, sin exigir.

Busca tu red. Esa amiga que entiende con sólo un “¿Nos vemos?”. Ese grupo donde puedes escribir “hoy no puedo con nada” sin que te den un sermón. Ese profesional que sabe escuchar sin juicio. Tu comunidad puede ser una persona y está bien.

Y si no la tienes, empieza a construirla. Hay más personas como tú de lo que imaginas. Y muchas están buscando lo mismo: Alguien que simplemente esté.

Un respiro al final

Esto no es un manual para dejar de sentirte mal de inmediato. Nadie puede prometer eso. Pero sí es una invitación a que, aunque te sientas roto, no olvides que sigues aquí. Respirando. Luchando a tu manera.

La angustia y el agotamiento emocional no te definen, sólo te están hablando. Escúchalos con ternura, no tienes que resolverlo todo hoy, sólo dar un paso, el más pequeño, pero tuyo.

 

MedicallHome camina contigo.

Sabemos que cuidar tu salud mental es tan importante como cuidar tu cuerpo. Por eso, con MedicallHome cuentas con asesorías emocionales gratuitas e ilimitadas.

No tienes que enfrentar los días más pesados sol@. Estamos para escucharte, sin juicio, con respeto y empatía. Porque nadie debería cargar con todo sin apoyo. Y porque a veces, hablarlo lo cambia todo.

💛 Acércate a nosotros: https://medicallhome.mx/individuales/

 

 

Escribir comentario