Como joven tu hijo/a se enfrenta a muchos desafíos. Sin embargo, muy pocos tienen el potencial de tener un mayor impacto en la vida que su decisión de consumir sustancias psicoactivas. La elección que haga afectará su salud, su rendimiento académico, sus relaciones, carrera, libertad. ¿Suena demasiado dramático? Quizá, sin embargo, a menudo es una cuestión de vida o muerte.
Cuidar la seguridad de los jóvenes requiere, por un lado, la introducción de reglas claras contra el uso de sustancias psicoactivas en la vida familiar y, por otro lado, hablar sobre los riesgos asociados a su uso.
Las conversaciones con un adolescente sobre las sustancias psicoactivas también deben incluir el establecimiento de reglas de seguridad claras; por ejemplo, puede llegar a un acuerdo con tu hijo/a de que el teléfono siempre debe estar encendido cuando vaya a una fiesta y si sucede algo preocupante, debe llamar inmediatamente a sus padres. También se puede establecer que el adolescente no regrese solo de la fiesta y que no acepte que un extraño lo lleve a su casa.
En la vida cotidiana, hay muchas oportunidades para plantear el tema del consumo de sustancias. Puedes hacer referencia a lo que está pasando actualmente en el mundo, a las vivencias del adolescente, a sus viajes o conciertos, a historias de la vida de sus ídolos y celebridades mencionadas en los medios. Cuanto más naturalmente inicie esta conversación mejor será el recibimiento de información por parte del adolescente.
Debe evitarse un tono moralizante. Es mejor animar a un niño a reflexionar que asustarlo. Es importante ser lo más específico posible. En lugar de generalizar que las drogas son dañinas, es mejor decir que su uso puede provocar daños en el cerebro en maduración, así como accidentes, problemas con los seres queridos, problemas de aprendizaje y problemas con la ley. Al hablar con un adolescente, se debe tener en cuenta que las sustancias psicoactivas afectan el organismo en maduración de manera diferente que los cuerpos de los adultos, y su uso por parte de los adolescentes puede causar más daño.
Los jóvenes adolescentes tarde o temprano encontrarán diversas informaciones, no siempre ciertas, sobre las sustancias psicoactivas difundidas en Internet, quizás también propuestas para llegar a estas sustancias. Por lo tanto, es mejor que los padres ayuden a sus hijos a familiarizarse con conocimientos confiables basados en investigaciones y proporcionen información específica.
Es importante mencionarles:
- No existen las drogas blandas y duras, todas pueden ser peligrosas y su uso puede conducir a la adicción.
- Nunca se sabe qué contienen las drogas, especialmente las nuevas drogas comúnmente conocidas como «euforizantes legales». Así, diferentes sustancias pueden estar ocultas bajo el mismo nombre. Tampoco se sabe cómo estas sustancias afectan al organismo. Esto puede dificultar la prestación de ayuda médica profesional.
- Fumar marihuana o hachís a largo plazo daña la corteza cerebral, lo que conduce a problemas de memoria, concentración y resolución de problemas.
- Las sustancias psicoactivas alteran la percepción, la velocidad de reacción y el juicio de la situación.
- La posesión de drogas es un delito.
- La nicotina contenida en los cigarrillos, al igual que los cigarrillos electrónicos, tiene un mayor impacto en la salud de los adolescentes que en los adultos.
- El GHB es una sustancia incolora que no tiene sabor ni olor. En las fiestas, especialmente cuando hay personas desconocidas para el adolescente, no puede dejar un vaso con una bebida desatendido o aceptar refrescos de extraños.
Es de suma importancia contar con ayuda profesional si tienes un adolescente que tenga problemas con el consumo de sustancias psicoactivas, en MedicallHome nos preocupamos por tu salud y la de tu familia por eso ponemos a tu disposición médicos capacitados para poder atender este tipo de situaciones y orientar a la familia de una forma correcta para poder lidiar con este tema tan importante, dándole la ayuda especializada que tu hijo necesita.
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